Uno de cada cuatro españoles se olvida de cepillarse los dientes durante las vacaciones.

La vuelta de las vacaciones es un momento perfecto para realizar un control de nuestra salud bucal. Es normal relajarse un poco en el cuidado de nuestra boca en períodos de descanso, y también el verano es una época de mayor exposición al riesgo debido por ejemplo al aumento de los alimentos azucarados y las ingestas desordenadas que dan como resultado la aparición de caries, infecciones en las encías, manchas, etc.

Es conveniente por lo tanto pedir una cita de revisión durante el primer mes de la vuelta de las vacaciones. Además, claro está, retomar los hábitos de higiene bucal desde el primer día de regreso, comprar un cepillo de dientes medio o suave y limpiar después de de cada comida principal, desayuno, comida y cena.

Asimismo, los traumatismos dentales se incrementan un 30% en verano debido a la práctica de deportes al aire libre y a los accidentes de tráfico. Muchos niños vienen a la consulta después de sus vacaciones con algún diente roto, oscuro o sensible por causa de una caída, accidente o golpe en el deporte. Si ha sucedido algún incidente similar, pedir cita con urgencia para valorar el daño.

Los labios son una parte muy importante del rostro. Llevarlos secos, ásperos o cuarteados dan un aspecto de descuido importante. Debemos hidratarlos todo el año pero más después de las vacaciones. Para evitar la deshidratación, se recomienda beber diariamente entre 1,5 y 2 litros de agua. Si no mejoran pedir una cita de valoración.