
«Algunos adolescentes y adultos que hoy vuelven a visitarnos con una sonrisa de película, los vimos crecer desde muy pequeñitos. Sus padres confiaron en nosotros cuando apenas empezaban a mostrar los dientes, y hoy disfrutan de una vida adulta sana y plena, con una sonrisa de oreja a oreja.
Nos hemos dedicado mucho a la atención de los niños, porque nos encanta acompañar su crecimiento para que tengan un desarrollo sano. La etapa de la adolescencia es siempre difícil, y es por ello que nos gusta ver a nuestros pacientes sonreír sin complejos. Para eso es necesario cuidarlos desde pequeños, y sobre todo enseñarles a cuidarse por ellos mismos.»