Algunos pacientes llegan preocupados por el aspecto o la imagen de su dentadura
En la gran mayoría de los casos se trata de una preocupación legítima. Las personas necesitan sentirse seguras y sin temores en sus relaciones sociales o de trabajo.
Y no están equivocadas porque hay muchas y buenas investigaciones que nos confirman la aceptación o el rechazo que puede provocar la dentadura.
Por eso conviene recordar siempre que para sonreir con confianza hay que tener una boca sana.
Les voy a contar un secreto… tener una sonrisa sana, limpia y agradable no es difícil. Lo difícil es esconder esa sonrisa en el ámbito laboral y personal.
Los dientes son la sujeción de los labios. El conjunto de labios, dientes y barbilla corresponde a nada menos que al tercio inferior de la cara. La medida que va desde el ala de la nariz hasta la barbilla no debería disminuir. De esa forma mantendríamos la imagen de un rostro joven (los humoristas gráficos logran dibujar un anciano con un sólo cambio, unen la punta de la nariz con la barbilla o lo que es lo mismo disminuyen esa distancia). Los maxilares y los dientes son los responsables directos de que esa proporción no cambie. ¡Si mejoramos el aspecto de nuestra sonrisa embellecemos todo el rostro!
La armonia y el buen gusto son de muchísima importancia Cada vez que inicio un tratamiento hago un análisis facial muy caprichoso incluyendo además de las medidas mencionadas, la personalidad, la línea de la sonrisa, los labios, la proporción de la nariz, etc. Los resultados son increíbles. Nos podemos animar al cambio con seguridad, con alegría y con confianza. Los beneficios de hacerlo son inimaginables.