Tengo mucha suerte, porque al ser dentista estoy en una especialidad de la medicina que me permite estar cerca de mis pacientes, verles las caras, entender sus emociones en ellas y cuidarles su sonrisa. También cuidarlos en los malos momentos económicos, ellos lo saben y lo agradecen.
Les hago una revisión gratuita cada 6 meses, nos reunimos y debatimos cual es la mejor inversión para mantener la boca sana, limpia y brillante siempre, fraccionamos los pagos según las posibilidades de cada uno pero hacemos lo mejor: ¡odontología de calidad para todos!
En los malos momentos lo importante es tener en quién confiar.
Cuando se trata de nuestra salud, no hace falta buscar chollos porque nadie nos va a cuidar mejor que quienes nos conocen y a quienes les importamos. He pensado en esto después de ver tantos anuncios con ofertas y promociones de tratamientos que por ser de baja calidad, al final de cuentas resultan más caros y nos tiran la moral abajo al sentirnos engañados.
Yo apuesto a la solidaridad, la comprensión y la generosidad. Eso es lo que nos va a permitir generar vínculos fuertes y cuando todo este mal momento sea sólo un recuerdo, la gente se acordará quién hizo un verdadero esfuerzo por cuidarla mejor y quién intentó aprovecharse .
Todas las mañanas cuando llego a la clínica reúno a mis colaboradoras y les pido que sonrían, que reciban a los pacientes con alegría y cariño, que los escuchen y los ayuden. Creamos así un clima de energía positiva que hace que todos estemos trabajando a gusto y en armonía con resultados increíbles.
El cerebro, movido por las emociones (pensamientos positivos) produce sustancias químicas que hacen que la persona eleve su autoestima, experimente sensación de euforia, se sienta animada, alegre y vigorosa.
Fabrica ciertas hormonas cuya abundancia proporciona inteligencia emocional e interpersonal. De esa manera la persona se siente ubicada, sabe quién es, a dónde va; controla sus emociones, conoce sus habilidades y sus talentos y se siente dueña de sí misma. Esa es nuestra filosofía para enfrentar el día a día.
Lucha para mejorar, defiende lo que consideres justo pero no pierdas la ilusión.
Creeme, “los obstáculos están ahí para indicarnos el cómo. Puedes dejar que el miedo y el estrés enlentezcan tu trabajo o puedes reconocer que están allí para ayudarte”(Y.Berg). Te señalan exactamente donde debes enfocarte.
Valora a tus amigos, tu familia, tus médicos, al comercio de tu barrio..
¡Cuenta con ellos …. cuenta con nosotros!