¡Hola, bienvenidos a mi blog!
Me propongo a través de este blog contaros experiencias vividas con pacientes a lo largo de los años, que seguramente despertarán en vosotros otra mirada de la odontología. Aquí encontrareis información periódica y consejos útiles para que podáis aplicar en vuestra vida cotidiana. Os recomiendo suscribiros para recibir una notificación cada vez que publique un artículo nuevo. También os invito a que me preguntéis sobre temas que os interese que escriba y con gusto iré publicando. Me gustaría mucho que este espacio se transforme en un diálogo fluido entre vosotros y yo.
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La experiencia de acudir a un dentista suele ser sensible para todas las personas, tanto desde el punto de vista bucal como desde lo psicológico. Por ejemplo, muchas veces acuden a nuestra consulta niños (muchos de ellos se portan mejor que los papás) y muchas otras adultos, y eso requiere estar preparado para hacer sentir bien a cada tipo de paciente. Como profesional siempre me he preocupado por cuidar ambos aspectos de mis pacientes (el bucal y el psicológico) y de formar equipos que entiendan el tratamiento de la salud bucal como un todo. Es por ello que he podido acumular experiencia resolviendo una gran diversidad de casos que quiero ir compartiendo con vosotros.
Hoy, por ser el primer artículo, quisiera transmitiros un concepto general: prevenir es mucho más barato que curar.
Muchas veces y sobre todo en épocas como las actuales, preferimos dejar para el último momento la consulta médica. Es entonces cuando a veces llegan pacientes a la clínica con una situación crítica que requiere tratamientos urgentes y más costosos. Esto se puede evitar si tenemos el hábito de acudir al dentista para una revisión periódica donde los problemas se puedan atender a tiempo. En general no deberíamos realizar menos de dos consultas anuales para tener controlada la salud de nuestra boca.
Otro error habitual es pensar que si no nos duele nada estamos bien. Muchas enfermedades comienzan a gestarse sin dolor y cuando éste aparece el problema ya es grande. Si estamos atentos podremos observar síntomas que nos indican que debemos consultar a un profesional cuanto antes. En nuestra página de inicio hemos elaborado una guía para que puedas reflexionar sobre el estado de tu salud bucal.
¡Qué tengas un día de muchas sonrisas!